lunes, 7 de noviembre de 2011

La lista

 (Final, sexta entrada)
Después de todo el día en la calle en búsqueda de trabajo, llegué exhausta a la casa.

En ella me esperaba mi mamá y abuela ansiosas de la noticia que les llevaría, pues  tenían toda su esperanza en que yo pudiera llevar los gastos de la casa.
Platiqué con ellas y les conté todo lo que había sucedido en el día.  Ya sabían que tenía trabajo. Pero de todas las preguntas que me hicieron solo me limité a contestar: “sí, ya tengo trabajo”.

Ya por la noche, seguía la frase de Santiago en mi cabeza. Había conseguido trabajo y eso me alegraba mucho. Mas no sabía qué tipo de empresa era o hacia qué rama se especializaba.
Esto me tenía un tanto angustiada, pues aunque ya trabajaba, no sabía sobre qué sería.  Tuve que sacar un poco esto de mi mente, ya que mi familia estaba demasiado contenta con la noticia para que notaran esta preocupación en mi rostro.

Casi a la media noche llegó Francisco, cuando ya todos dormían.  Yo lo estaba esperando porque quería platicar con él. Que me informara si sabía algo relacionado con aquella oficina, pues la necesidad de encontrar un trabajo que pudiera ayudarme con esta situación no me hizo percatarme del giro.
Platicando con Paco me dijo que no sabía mucho, pues el nombre “INVEST” no le era familiar.
Por lo pronto quedábamos en lo mismo, sin saber a qué se dedicaba la empresa.
Ya se había hecho de noche y nos fuimos a descansar. Mañana sería un día diferente y tendría que estar totalmente despierta y activa para empezar bien en mi nuevo trabajo.

Al día siguiente me alisté para irme a trabajar. Francisco me acompañó hasta la oficina para conocer la zona o darse una idea acerca del lugar.
Al entrar, Sofía ya estaba ahí arreglando unos papeles. Me dijo que Santiago me esperaba en su oficina, que pasara.
Yo dejé mi bolso en el escritorio que se me había asignado y fui con una pluma y una libreta.
Al llegar, él estaba con una expresión seria. Me pidió que me sentara y me dio una lista. 
Lo que tenía que hacer era: investigar el domicilio actual de las personas de la lista, saber su ascendencia y descendencia, conocer sus amistades y lugares que frecuentaba.
Era una lista aproximadamente de 30 o 40 personas para realizar dicha investigación.
Al escuchar esto me sorprendí, pues no era normal investigar a estas personas solo porque sí.
Pero al preguntarle a Santiago el por qué haríamos esto. El solamente contestó con un tono de voz imponente: “Tú solo hazlo”.


 e trabajo. y  en busqueda

1 comentario:

  1. "Mas no sabía qué tipo de empresa era o hacia qué rama se especializaba"
    Hola no encuentro coherencia o tal vez no pude detectarla.
    Gracias por tu comentario, ya corregí mi entrada

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